La decepción duro muy poco, sus grandes ojos miel y su penetrante mirada los conquisto en un par de segundos, aunque siempre hubo un pequeño resentimiento entre los padres por no haber tenido un varón.
Creció en una casa llena de reglas y religion. Algo muy común en una casa Mexicana.
Su infancia fue sencilla, aprendió que si toleraba la religión (rezando cuando tenia que hacerlo, y asistiendo a misa todos los domingos por la mañana) y se adaptaba a las reglas, podía obtener prácticamente lo que quisiera, su padre era un hombre de negocios que no escatimaba en gastos para sus hijas. Su pasión era el cine y los libros, tenia una sed insaciable de ellos, y aunque muchos de esos libros o películas podrían ir en contra de lo que sus padres creían, nunca le prohibieron ninguno...ellos en realidad no le prestaban mucha atención, sus reglas eran superfluas.
Siempre fue una persona de gustos fijos y sencillos, con una casi obsesión por lo que le gustaba y una falta de interés casi total por el resto del mundo. Conoció el mundo a través de la tinta de los libros y las pobres imágenes plasmadas en la pantalla, sin embargo, nunca experimento las ganas de realmente conocer el mundo sin un marco de referencia de 35 mm, o una fuente Times New Roman.
Siempre sintió que algo faltaba en su vida, aparentemente buscaba obsesivamente algo en sus libros y películas; algo que nunca encontró. Algo que la hiciera sentirse mas allá de esta existencia; algo que nunca encontró. Algo que la hiciera sentirse completa; algo que nunca encontró.
Esta búsqueda se concentro en pocos lugares, en sus pequeñas obsesiones. Y busco hasta el cansancio, y tal vez esa es la palabra adecuada para definir ese momento a sus 17 años, cansancio. A veces la vida tiene formas raras de entregarnos lo que necesitamos, de manera fortuita. Fue en ese momento en el que ella visito el convento... Y por primera vez en su vida encontró ese algo que le hacia falta.
Aunque probablemente este encuentro no fue del todo fortuito (¿o si?), pareciera que estos últimos años todas las cosas se hubieran alineado para enviarla a este sitio... O tal vez simplemente, cansada de seguir buscando, se convenció a si misma de que lo que buscaba estaba ahí...
Una vida sencilla (¿o no?), horarios definidos, tareas definidas, y lo mas importante: tiempo y guía para escudriñar lo mas profundo de su ser en busca de eso que le hacia falta (momento, ¿Buscaba como buscar?); Nunca lo encontró. Falló en darse cuenta que la respuesta era irrelevante, que lo que le hacia falta no era algo en particular, sino la búsqueda en si. Aunque si se hubiera dado cuenta, todo el concepto habría perdido todo el sentido y habría fallado de cualquier forma.
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